Rodeado de globos aerostáticos, Clive nos recuerda que el verdadero liderazgo no es solo alcanzar alturas, sino elevar con uno mismo a los demás. Cada globo representa una historia, una familia, una nueva posibilidad que ha nacido gracias a su compromiso con la visión de transformar vidas.
A lo largo de su trayectoria ha construido equipos (que él llama familias) en toda América, conectando culturas, talentos y pasiones. Para Clive, el arte de atraer no está en la persuasión, sino en el ejemplo, la coherencia y la pasión por compartir oportunidades reales.
Este momento captura la esencia de su misión: ser puente, inspiración y guía para aquellos que deciden emprender con propósito. Así como estos globos se elevan al cielo, también lo hacen las metas de quienes han confiado en su liderazgo.